Tomás Padrón: la sencillez de un gigante 

En el mundo en el que nos ha tocado vivir, el deporte se ha convertido en un pilar esencial por sus innumerables aportaciones. Tener referentes en los que fijarnos en cada modalidad, tiene también una gran importancia porque se convierten en modelos a imitar. Dentro de esta categoría encontramos a nuestro protagonista de hoy, D. Tomás Padrón que, el pasado mes de marzo, recibía un cariñoso homenaje en el marco de la I Carrera Solidaria MiBricolaje.com, celebrada en el Polígono Industrial de Güímar y convertida en todo un éxito de participación.

Fue un día en el que se agasajó a este grande del trail canario, ejemplo de deportista longevo. Tuvimos la ocasión de compartir un ratito con D. Tomás, al que es todo un placer y un lujo escuchar como narra sus experiencias.

En primer lugar le pedimos que nos valorara como había vivido este día tan especial: «La verdad que contento, agradecido y sobrepasado por el cariño. No sé cuántas fotos pude llegar a sacarme. De hecho te comento que el ayuntamiento me dio un trofeo y solo al llegar a casa me di cuenta que tenía una imagen  con el cartel de la carrera y ni me había enterado. No he visto a Cándido y Gustavo para comentarles la anécdota»  nos comentaba.

Algo en claro también sacó el amigo Tomás que, con simpatía, nos explicaba que ya había estrenado el regalo que le habían hecho los organizadores de la prueba: «La gente de MiBricolaje me regalaron una plancha para asar y la hemos utilizado ya un par de veces. Las chuletas quedan muy buenas y eso que no soy yo de mucha carne».

La actividad de D. Tomás es frenética. Este hombre no para quieto a sus 72 primaveras: «Tengo salidas con los amigos para ir a los barrancos entre semana según los días. Los domingos salimos con lanzas de 3 ó 3 y media o  más pequeñas que son más cómodas y prácticas para caminar y hacer salto del pastor por los barrancos. Luego también tengo mis entrenamientos, ya que hay varias pruebas ahora: la Ruta del Gofio en Granadilla, la de Guía de Isora que es famosa por las piedras, luego la media maratón de Las Galletas, la Arafonche Trail, y por último la Bluetrail que este año haré la modalidad de maratón porque creo que debo ir aflojando y no hacer ya ultras», explicaba con sencillez.

Es inevitable preguntarnos cómo puede tener esta vitalidad. Seguramente un estilo de vida saludable y la alimentación tengan mucho que ver, así que quisimos enterarnos de cómo es un día normal para D. Tomás en cuanto a las comidas: «Yo hago lo de toda la vida. No soy muy especial en eso. Como legumbres, pasta, gofio,… carne no demasiada ya que no soy muy amigo. Por la mañana me tomo mi batido de frutas, un trozo de pan con mantequilla y a media mañana un tazón de leche y gofio. Almuerzo a las 13:00 y luego ya hasta la cena no vuelvo a comer. La cena la hago temprano, sobre las 19 h.  ya que ceno fuerte y no puedo cenar demasiado tarde para luego acostarme», aseveraba…. ¡será cuestión de apuntarnos la receta!

«Esta pasión por la montaña yo creo que viene de mi infancia que pasé en Las Galletas con un cabrero, Salvador González, en la zona de la montaña de Guaza y demás. Gracias a esta pasión he podido conocer lugares como Nepal, Los Dolomitas, Pirineos o hacer el Camino de Santiago«, aseguraba cuando le cuestionábamos de dónde le venía esta enorme afición por estar en contacto con la naturaleza a través del deporte.

Al hilo de la cuestión anterior, era inevitable preguntar a D. Tomás si estamos siendo cuidadosos o sigue sin haber manera de que aprendamos la lección de respetar y cuidar nuestro entorno: «Ese es un tema de educación y la verdad que es una pena. Son mentalidades que no se entienden el ir por ahí y tirar el envoltorio o la lata de turno. No le dan importancia a hacer este tipo de gestos… somos cochinitos, y es algo que tiene difícil arreglo«, afirmaba con resignación. 

Nuestro protagonista no quiso despedirse sin antes «agradecer a mi familia que siempre me ha apoyado en todo esto y a mis amigos y conocidos que son interminables, por todo el cariño que me dan». 

Un cariño más que merecido, maestro.