Jacobo López Fariña, “Candelaria ha crecido mucho pero en ese tránsito ha perdido su identidad»
Tras una vida junto al mar, vinculada al deporte y acompañada de una buena comida de su abuela materna, Jacobo López se ha convertido en la cara de la alternativa política en el municipio de Candelaria, lugar en el que ha transcurrido su vida y sus recuerdos. Hoy, con un proyecto político renovado y un equipo que trabaja con ilusión para que Candelaria muestre su mejor versión y sus habitantes disfruten de la mejor calidad de vida, habla para El Pregonero de su pasado, presente y proyectos futuros.
¿Cómo recuerda su infancia en Candelaria?
Transcurrió muy feliz. Mi familia por parte materna procede de Candelaria; de hecho, mi tatarabuelo fue el primer policía local del municipio. Recuerdo especialmente vivirla en la calle de El Pozo. Una de las cosas que más me gustaba era ir los sábados, que no teníamos clase, a ver el pescado cuando llegaban los barcos al puerto. Lo hacía junto a mi abuelo y a mi hermano Daniel. De hecho, hoy me sigue gustando y soy pescador deportivo; por lo que, cuando tengo oportunidad, lo practico, porque me encanta. Debido a que a mi padre, que era guardia civil, lo destinaron a Guía de Isora, viví los dos primeros años de vida allí. Pero, después de ese tiempo, regresamos y nos fuimos a vivir a casa de mi abuela, hasta que nos asignaron una vivienda en la casa cuartel de Candelaria, donde residí hasta que me independicé.
¿Cómo le ha marcado su familia?
Las personas que más me marcaron fueron mis abuelos, ya que estaba con ellos a diario. Me refugié siempre con mi abuela, a la que le gustaba que comiéramos bien, pese a que no teníamos grandes lujos, ya que éramos una familia humilde de pescadores. No cambiaría ningún lujo por los momentos que viví con mi abuela. Además, tuve la suerte de poder disfrutarla hasta hace poco, ya que falleció hace unos años. También tengo que recordar a mi hermano, que tristemente falleció hace algunos años y, quien, pese a que era mayor que yo, siempre estaba conmigo. Estuvimos muy unidos toda nuestra infancia, adolescencia y hasta que nos hicimos adultos. Aunque ya no esté, lo recordamos y lo echamos de menos.
¿Podría compartir alguno de esos recuerdos al que le tenga especial cariño?
Anécdotas en Candelaria tengo muchas. Recuerdo que cuando abrieron la calle Padre Jesús Menzdona la convertimos en nuestro campo de fútbol. No cambiaría esa infancia por nada.
¿Qué opina de los cambios que ha sufrido su municipio en las últimas décadas?
Candelaria ha crecido mucho y su oferta cultural ha aumentado; pero, en ese tránsito, ha perdido su identidad, y hay que recuperarla. Ya no es un pueblo de pescadores. Está a medio camino entre ser un pueblo y una ciudad. Personalmente, además de para otras muchas personas, el municipio ha sufrido un crecimiento excesivo y difícil de asimilar. Hemos perdido actos como el Baile de Magos, que era un signo de identidad de nuestro pueblo. Siempre tiene que haber una fase de adaptación y recordar el pueblo que somos.
¿Si tuviera que definir Candelaria cómo lo haría?
Candelaria se ha convertido en un lugar en el que mucha gente quiere vivir. Tenemos una buena calidad de vida por el clima, las playas, el monte y los numerosos pueblos. Es muy diversa. El aumento de la demanda de casas en el municipio se manifiesta en el precio de los alquileres. Candelaria es un buen lugar para vivir, y la gente lo sabe.
¿Cuáles cree que son los principales valores (patrimoniales, económicos y culturales) de un pueblo que vive diferentes realidades por su propia distribución geográfica?
Precisamente, en el pleno ordinario del mes de diciembre, presentamos una moción para proteger el patrimonio cultural de Candelaria. Un texto que, básicamente, recoge que hay que cumplir la Ley 11/2019 sobre Patrimonio Cultural, que establece que hay que proteger los valores materiales e inmateriales, como algunos inmuebles o el Baile de las Cintas de Igueste. De esta manera, se garantiza que el pueblo no pierda contacto con su historia, porque el que viene a Candelaria viene buscando eso. No podemos olvidar que somos un pueblo de pescadores, en el que su gente ha vivido sin grandes lujos.
¿Cómo se inicia en el mundo de la política?
Nunca fue un objetivo en mi vida; pero, en 2015, tuve la oportunidad de formar parte de la lista electoral en el puesto seis. En ese momento, no entré como concejal, sino en 2018, tras la renuncia de unos compañeros.
¿Cómo vive esta nueva etapa como líder del PP local?
Lo vivo con el apoyo de mi familia, especialmente de mi mujer, y, sobre todo, con el de un grupo de personas que trabaja con mucha ilusión, que se preocupa por Candelaria y que me apoya. Estamos convencidos de que vamos a hacer cosas importantes para 2027. Cuento con personas que me ayudan en todo momento y a quienes doy mucho margen de maniobra, porque creo que cada uno tiene que tener su propia identidad. No me considero líder, sino uno más del grupo. Les agradezco el trabajo que hacen, que es mucho, para seguir mejorando Candelaria.
Además, recientemente han inaugurado una nueva sede, ¿qué significa este nuevo espacio para ustedes y qué proyectos tienen?
La sede se cambió por motivos de la rescisión del contrato. No concebía que el partido no contara con un lugar de encuentro, por lo que buscamos una nueva ubicación. Actualmente, estamos en la calle Ernesto Salcedo. Tras la reforma, hemos logrado una sede acogedora para recibir a los ciudadanos y para que nos comuniquen sus demandas. Además, ofrecemos este espacio a algunos colectivos para que sirva de lugar de celebración de encuentros. Representamos al pueblo, y este es el que tiene que utilizar este tipo de infraestructuras.
“No cambiaría ningún lujo por los momentos que viví con mi abuela”
Actualmente, se encuentra en la oposición en el Ayuntamiento de Candelaria. ¿Cómo afronta esta labor?
Apostamos por una oposición constructiva. Tenemos una idea muy clara de lo que queremos. Hemos venido para mejorar el pueblo, dando voz a las personas y presentando iniciativas que mejorarían la realidad municipal. A día de hoy, hemos presentado unas 20 mociones, cuyo principal objetivo es mejorar la vida del ciudadano, y vamos a seguir trabajando en esta línea. No me gusta la crispación; apuesto por el diálogo.
¿Qué vías utilizan para estar en contacto con el pueblo para conocer sus necesidades?
Me pueden llamar anticuado, pero, para mí, la mejor herramienta para estar en contacto con el pueblo es estar con el pueblo. Soy una persona que sale y se relaciona con sus vecinos. La gente se acerca y te cuenta sus inquietudes. Además, me traslado a los pueblos de Candelaria, como Barranco Hondo o Cuevecitas. De hecho, relacionarte con las personas de tu municipio es una de las mejores cosas que tiene la política, porque conoces a mucha gente y te reencuentras con otros.
No podemos terminar esta entrevista sin pedirle un deseo para 2025
Le deseo mucha salud para mi familia y para mí. Es algo que, a veces, olvidamos al estar metidos en el día a día. En 2024, mi padre tuvo problemas de salud y ese tipo de cosas son las que te hacen reflexionar sobre cómo pueden cambiar las cosas de un año para otro.
En el aspecto político, pido mucha fuerza para que todo el equipo del Partido Popular siga trabajando. Es muy duro compaginar el trabajo en la oposición con las responsabilidades laborales y familiares.
En mi caso, que soy ingeniero técnico agrícola, especialista en hortofruticultura y jardinería, y trabajo en Mercatenerife, hago turnos de noche o comienzo mi jornada laboral a las 4 de la madrugada para poder asistir a un pleno después.
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