Fran Sosa, entrenador del C.D. Candela de categoría preferente

«Lucharemos hasta el final por meternos en la pelea por el ascenso»

Esta temporada, Fran Sosa cumple su tercera campaña al frente del primer equipo del C.D. Candela, un conjunto que no ha hecho sino crecer bajo su batuta. Instalado en la parte noble del grupo 1 de la preferente de Tenerife, el preparador candelariero se muestra ambicioso y no renuncian a nada en esta recta final de temporada. 

El histórico club costero quiere seguir siendo protagonista en esta ilusionante temporada que están protagonizando los clubs del valle presentes en esta categoría (cabe recordar que el Atlético Unión Güímar lidera la tabla en el grupo 3).

¿Cuál es el objetivo del equipo en esta recta final de temporada? 

«Nuestro objetivo desde que comenzamos la competición era luchar por estar entre los mejores; sabemos de sobra que no éramos de los equipos llamados a ello pero nuestro trabajo siempre ha ido orientado a estar al máximo nivel que nos permitiera el potencial de la plantilla, por lo que lucharemos hasta el final por meternos en la pelea por el ascenso. Lo tendremos complicado, sin duda».

¿Cómo estás viendo el nivel de la liga?

«El nivel del campeonato en general es bastante malo, es lo que tiene que hayan 38 equipos en regional preferente… hace nada había un grupo de 18, ahora hay más del doble y está claro que disminuye el nivel de la competición, y lo que más ha perdido nivel es el colectivo arbitral que es demasiado bajo. Los árbitros no están nada preparados para una competición tan importante».

Esta es tu tercera campaña a cargo del primer equipo del club, en la que es tu primera experiencia en categoría regional ¿qué balance haces de estos tres años?

«Si,  tras tres años en el Candela tengo que decir que estoy muy agradecido a que me hayan dado la oportunidad de poder trabajar aquí. Llegué a un equipo con mucho trabajo por delante, y la verdad es que me siento muy orgulloso de lo que es hoy en día el Candela, un equipo con un grupo sensacional de futbolistas tanto los actuales como los que han pasado por aquí estos tres años. Estoy muy agradecido a todos ellos; soy muy exigente conmigo mismo y también con ellos y para ser un club muy humilde que apenas cuenta con recursos hemos demostrado que con trabajo se pueden lograr grandes cosas. Candelaria es un lugar fantástico, y yo espero que algún día se logre la tercera división. Este lugar merece un sitio en esa categoría. Siempre llevaré el Candela en mi corazón, me siento un candelariero más por lo bien que me han tratado». 

Tienes mucha experiencia en categorías formativas, ¿cuáles son las principales diferencias de entrenar categorías de base y regionales?

«Como entrenador he pasado por todas las categorías del fútbol. Cada una tiene sus característicasy hay que saber lo que es fundamental en cada una de ellas. Considero que el fútbol base cada vez está peor en todos los aspectos. El fútbol es un deporte que se ve limitado por lo poco que se practica hoy en día en la calle… los niños apenas juegan fuera de los entrenos. Esto limita la capacidad técnica especialmente. El sedentarismo también es un hándicap, ya que muchos jugadores en la base practican deporte más por necesidad que por el placer de hacerlo. El fútbol regional pasa por malos momentos económicos lo que conlleva el bajo nivel de compromiso de los propios jugadores;al final lograr un grupo con alto nivel de compromiso se convierte en una odisea para un club. Al final todo se puede resumir en la ilusión que tengas por los retos que se plante en la categoría donde entrenes. Si me tengo que quedar con una categoría lo haría con la división de honor juvenil, sin duda es top».

Me gustaría plantearte una cuestión más general del fútbol. En las categorías profesionales cada vez se impone más el aspecto táctico dejando poco espacio a la imaginación del jugador. Personalmente me parece que este hecho aleja al espectador del fútbol… no sé si estás de acuerdo con esta afirmación… ¿pasa también esto en categorías territoriales? 

«En ese aspecto, el jugador cada vez es más limitado técnicamente por lo que los grandes jugadores escasean y es por ello que se impone el aspecto físico táctico al técnico, ello conlleva que el juego quede deslucido porque hay poco margen para improvisar y mucho más rigor táctico y físico».